DIY, LA CULTURA DEL HAZLO TÚ MISM@ Y SU APLICACIÓN EN EL ÁMBITO EDUCATIVO
Si queremos aprender a elaborar o reparar algo, podemos recurrir a un sin fin de tutoriales en la web. El buscar un video tutorial en YouTube de como hacer esto o lo otro es un acto normal para quienes vivimos en esta era digital, pero hace algunos años el poder aprender algo de nuestro interés de forma autodidacta y expedita era todo un desafío, o estudiabas una carrera profesional afín o pagabas por un curso en formato libro o CD-ROM, entre otros esfuerzos. La cultura "DIY" (Do It Yourself) o del "HAZLO TÚ MISMO", se refiere a la práctica de hacer las cosas por uno mismo sin la necesidad de tener que pagar por un producto o servicio, de esta manera se ayuda al bolsillo mientras que al mismo tiempo se desarrollan habilidades y se potencian talentos. Este movimiento ha ido evolucionado de tal manera que hoy en día le ha permitido a las personas poder emprender mejorando así sus propias vidas y también las nuestras, impactando al mundo de forma positiva con ideas innovadoras que impulsan la inclusividad y la sostenibilidad.
El origen de este movimiento viene de los Hackers con su afán de descubrir como irrumpir en los sistemas y poder vulnerarlos. Los Hackers dieron un paso más allá, no se limitaron al simple uso y manejo de la tecnología, sino que intentaron comprenderla desde su historia y constante evolución, analizando lo que estaba permitido y lo que no y aprendiendo a base de autoestudio, experimentación, prueba y error. Un punto importante que se destaca en el CÓDIGO HACKER es la capacidad que tenemos los seres humanos de aprender lo que queramos a lo largo de toda nuestra vida, nunca dejamos de ser aprendices y gracias a la democratización de las tecnologías podemos aprender de todo por internet y mantenernos actualizados, es así como lo enuncian los Hachers en una de sus reglas: "Nunca dejes de estudiar y aprender cosas nuevas, el mundo de la informática avanza rápidamente y es necesario mantener un buen ritmo si no quieres quedarte atrás".
Un hito importante del movimiento DIY en Latinoamérica ocurrió en Cuba en los años 90 cuando los cubanos se vieron en la necesidad de crear máquinas caseras a partir de la reutilización de objetos cotidianos para afrontar los tiempos de crisis social y económica a consecuencia del aislamiento del país. El diseñador y artista cubano Ernesto Oroza estudió estos aparatos y denominó esta práctica o movimiento como "desobediencia tecnológica", que es un claro ejemplo de la cultura DIY y que evidencia cómo los cubanos usaron su creatividad para solucionar problemas del día a día. En el documental "Cuba´s DIY Inventions from 30 Years of Isolation" de MOTHERBOARD podemos apreciar el trabajo investigativo de Ernesto Oroza.
Gracias a la democratización de las tecnologías y disminución de la brecha digital, tenemos la libertad de re-arreglar palabras, imágenes, videos y sonidos de una forma fácil y rápida con herramientas digitales diversas (mundo del Copy Paste) y además podemos difundir y compartir todo aquello en plataformas Open Source, que son abiertas y gratuitas. Una de estas plataformas es INSTRUCTABLES, sitio web donde se pueden compartir tus propios instructivos o tutoriales para hacer cualquier cosa, desde cocinar un platillo exótico hasta reparar tu smartphone.
En el ámbito educativo, la cultura del DIY se encuentra presente desde el surgimiento del enfoque constructivista de la educación, del aprender haciendo, el aprendizaje a través del juego, el aprendizaje activo y vivencial, entre otras estrategias y metodologías que sitúan al estudiante como protagonista de su propio aprendizaje. Hoy en día también se habla del construccionismo, una forma del constructivismo basado en el aprendizaje mediante la fabricación, dando cabida a los Makerspace y FabLab, espacios tipo taller donde los estudiantes pueden idear, diseñar y prototipar objetos usando programas de diseño digital, impresoras 3D y cortadora láser, entre otras tecnologías innovadoras que posibilitan la materialización de ideas y proyectos que, sumado a la integración de los propios intereses y hobbies de los estudiantes, habrá un mayor compromiso en el desarrollo de éste y será sin dudas una experiencia memorable. Existen varios recursos en línea en donde los docentes y estudiantes pueden tomar inspiración para desarrollar proyectos y aprender a crear, reparar y modificar distintos objetos, artefactos y sistemas tecnológicos, como el sitio web HACKADAY, donde se retoma el término "Hackeo" como una actividad altamente creativa que motiva a las personas a crear o reparar cosas por sí mismas y compartir sus ideas a la comunidad de forma libre y abierta.
Otra plataforma interesante a tener cuenta es MAKEZINE, una revista bimestral estadounidense de proyectos DIY de electrónica, robótica y otras disciplinas. Los docentes pueden encontrar un sin fin de recursos para trabajar con sus estudiantes con ARDUINO, MAKEY MAKEY, RASPBERRY PI e impresión 3D.
El movimiento DIY nos trajo beneficios en muchos ámbitos y como docentes debemos transformar la forma en que enseñamos y la forma en que aprenden los estudiantes tomando en cuenta el mundo digital del cual formamos parte y las múltiples posibilidades de aprender haciendo que nos brindan las tecnologías del presente y las venideras.
Comentarios
Publicar un comentario